El 5 de octubre se cumplió un año de la aprobación del Real Decreto-Ley 15/2018 de medidas urgentes para la transición energética y la protección de los consumidores por el que, entre otras medidas, se elimina cualquier cargo para el autoconsumidor por la energía generada y consumida en su propia instalación fotovoltaica.
Con la nueva norma se simplifican los trámites burocráticos y técnicos requeridos, como la inscripción en un registro para aquellas instalaciones no superiores a 100 kW; se reconoce el derecho al autoconsumo compartido por parte de uno o varios consumidores, lo que permite aprovechar las economías de escala; y se avala el derecho a autoconsumir energía eléctrica sin peajes ni cargos.
Para una compañía como la nuestra, la aprobación del nuevo RD fue una gran noticia ya que supuso un primer paso en la dirección correcta marcada desde Europa con el “Clean Energy Package” y sin duda nos servirá para estar más cerca de llegar al nivel de otros países europeos como Alemania, Reino Unido o Italia en materia de generación distribuida. Todos los expertos coinciden en que el autoconsumo solar con almacenamiento inteligente es una de las claves en la transición energética que estamos viviendo, y que es, sin duda, la forma más eficiente de producción y gestión de la electricidad empoderando, al mismo tiempo, al cliente final.
Las instalaciones de almacenamiento de energía en todo el mundo se multiplicarán exponencialmente, y llegarán hasta los casi 3.000 GWh para 2040, según el último pronóstico de la firma de investigación BloombergNEF (BNEF). La empresa prevé que este aumento de 122 veces del almacenamiento estacionario de energía, durante las próximas dos décadas, requerirá una inversión de más de 600 billones de dólares. Estos datos nos animan a ver el futuro con optimismo, con el convencimiento de que el almacenamiento, sus servicios asociados a la gestión inteligente de la energía, son la palanca del cambio hacia este nuevo paradigma energético.
Desde que entrara en vigor el Real Decreto, el balance general es muy positivo, las instalaciones de autoconsumo y de almacenamiento han crecido considerablemente y todo apunta a que el desarrollo será imparable en los próximos años. Según la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica, en 2018 ya se había producido un crecimiento del 80% en las instalaciones de autoconsumo con respecto al año anterior, tendencia que se ha acentuado en los primeros meses de 2019, aseguran distintas fuentes del sector. Un nuevo escenario en el que la mejor alternativa es optar por una instalación fotovoltaica respaldada por una batería inteligente. Primero, porque las baterías permiten aprovechar el 95% de la energía generada por la instalación solar, lo que incrementa notablemente su rendimiento y eficacia. En segundo lugar, las baterías permiten una mejor optimización del término de potencia con los ahorros asociados. Finalmente, las baterías que cuenten con un software de control van a poder también realizar una carga inteligente de la red aprovechando las tarifas dinámicas. Por tanto, contar con una batería inteligente es además una de las mejores opciones para rebajar la factura de la luz, hasta el punto de que pueden alcanzarse ahorros de hasta un 70%. Una inversión en una instalación de autoconsumo con baterías puede amortizarse en un periodo de 8-10 años ofreciendo tasas de rentabilidad superiores al 8%.
Si bien, todavía quedan algunos aspectos por definir dentro del nuevo RD como la compensación simplificada de los excedentes (compensación económica por vatio vertido en la red a descontar de la factura eléctrica) que hoy por hoy, no se ha hecho efectiva. Las baterías inteligentes son, en cualquier caso, una garantía para asegurar el caso económico ante volatilidades de precios del mercado, muy previsibles ante una mayor penetración de fuentes de energía renovable, y nos permiten elegir el momento exacto en que queremos inyectar ese excedente, hecho que mejorará el caso económico debido al diferente precio del kWh que se espera entre horas solares y no solares.
Qué duda cabe que el RD 15/2018 ha sido la mejor herramienta de marketing que ha tenido la industria. En este sentido, ha ayudado a los usuarios a familiarizarse y apostar por las renovables y el almacenamiento, pero todavía es necesario concienciar en mayor medida a la población de las innumerables ventajas que tiene, tanto a corto como a largo plazo, en nuestra economía y en el futuro de un planeta que pide a gritos reducir la contaminación y velar por la sostenibilidad. Estamos en un excelente momento para ello. La falta de información ha sido probablemente una de las mayores barreras para el desarrollo del autoconsumo y en particular del autoconsumo con almacenamiento. Por ello, desde Ampere Energy desarrollamos herramientas enfocadas a ayudar al cliente, como nuestro simulador energético que permite al usuario dimensionar su instalación solar con batería en simples pasos obteniendo un detallado estudio técnico-económico, o nuestra App de monitorización que muestra al usuario sus flujos energéticos, los ahorros asociados, su independencia energética o el impacto medioambiental de su instalación.
Por supuesto, la inminente entrada en vigor en España de la directiva del mercado eléctrico (Directiva 944/2019) ayudará a avanzar hacia un mercado eléctrico más flexible y competitivo. Debemos asegurar una trasposición ágil de dicha directiva, ya que en este nuevo escenario, el cliente activo y los mercados locales de energía, los agregadores que dan respuesta a la demanda y el almacenamiento pasarán a ser elementos fundamentales. España tiene una gran oportunidad de convertirse en referente en Europa, y Ampere Energy está dispuesta a jugar un papel clave en este proceso.
Ignacio Ososrio, CEO de Ampere Energy